Día 10 — Protegiendo lo valioso

Juan era dueño de una joyería, un negocio que había heredado de su padre y que había trabajado duro para hacerlo florecer. Juan tenía una colección de joyas muy valiosa, que había adquirido a lo largo de los años y que significaba mucho para él.

Un día, mientras Juan estaba trabajando en su tienda, un ladrón entró y robó su colección más valiosa. Como era de esperarse, se sintió devastado y furioso. Había trabajado duramente para adquirir esas joyas y significaban mucho para él. Sin embargo, Juan se dio cuenta de que había sido negligente al no tomar medidas suficientes para proteger su valiosa colección.

Desde ese día instaló sistemas de seguridad más avanzados en su tienda y comenzó a guardar sus joyas más valiosas en una caja fuerte. También comenzó a ser más consciente de su entorno y a tomar medidas para evitar posibles robos en el futuro. Juan aprendió la importancia de guardar lo que es valioso. El caso de Juan nos trae a nuestra reflexión en el verso de hoy:

¿Cómo puede el joven guardar puro su camino?
Guardando tu palabra (Salmo 119:9).

Independientemente de la edad, todos debemos mantener puro nuestro camino. Sin embargo, el salmista enfoca a los jóvenes, y pueden haber varias razones. Una de ellas, la presión de los pares. A medida que los jóvenes crecen y comienzan a explorar su independencia, pueden sentir la tentación de seguir el ejemplo de sus amigos o de hacer lo que creen que es esperado de ellos por parte de la sociedad.

Otra razón, es la falta de dirección y guía. Si no tienen una figura de autoridad clara a la que seguir o no quieren someterse a ninguna autoridad, no tendrán límites y expectativas claramente definidas, lo cual lleva a sentirse confundidos y sin rumbo.

Además, vivimos en un mundo lleno de tentaciones y distracciones. Los jóvenes pueden sentirse atraídos por la apariencia y el estilo de vida que se muestra en las redes sociales y en la televisión, y pueden sentirse presionados a alcanzar o medir su vida sobre la base de estos estándares.
 
Esto puede hacer que se sientan insatisfechos consigo mismos y con sus propias vidas, y puede llevar a la toma de decisiones poco saludables.
Es importante recordar que todos luchamos con tentaciones y decisiones difíciles en algún momento de nuestras vidas, pero al seguir los principios y valores de la Biblia y buscar la guía y el apoyo de personas sabias y experimentadas en la fe, podemos encontrar la fuerza y la dirección necesarias para mantener puro nuestro camino.

El salmista nos recuerda que, aunque debemos tomar las decisiones que nos corresponden a nosotros, no podemos lograr la pureza por nuestras propias fuerzas. Dependemos de la gracia y el poder de Dios para ayudarnos a vivir de acuerdo con sus principios. Al pedirle ayuda y buscar su guía, podemos encontrar la fuerza y el coraje para tomar decisiones correctas y mantener nuestro camino puro.

Jesús, ¿cuál es el paso de obediencia que quieres que dé hoy?; Espíritu, ¿cómo vas a usar este paso de obediencia para santificar y perfeccionar mi vida?; Padre, ¿en cuál de tus promesas puedo confiar para dar el paso de obediencia que Jesús me pide que dé?